miércoles, 24 de enero de 2018

Trigo y cizaña

Tiempos políticos confusos
En México se acabó la era de los partidos. Hoy lo mismo resulta ser del PAN, del PRI, PRD, MC, PES, Morena, PT o independiente. Las renuncias a los partidos de derechas para integrarse en los de izquierdas, y viceversa; además de las más extrañas alianzas entre los más opuestos partidos políticos, dejan al ciudadano perplejo y confundido. ¿Cómo es que el PAN puede aliarse con su oponente ideológico, el PRD? ¿Cómo Morena, en quién se siente respaldado el colectivo LGBT, puede caminar junto al Partido Encuentro Social que aglutina a cristianos oponentes al aborto y al matrimonio igualitario? Agua y aceite. ¿Cómo alguien se dice inspirado en la Virgen de Guadalupe y en Benito Juárez al mismo tiempo? Esquizofrenia política. Hoy se diluyen no sólo las identidades sexuales sino las políticas. Hace unos años las ideologías políticas estaban claras. Había ideas y programas claros. Cada partido representaba los intereses de las diversas clases y de los sectores sociales. Hoy estamos en tiempos en que la osa quiere pacer con el buey y el leopardo echarse con el cabrito. Y no son los tiempos mesiánicos sino los tiempos en que todos quieren subir a la telaraña del poder, cueste lo que cueste.

Adolescentes embarazadas a la alza
A pesar de las campañas que están realizando los tres niveles de gobierno para disminuir los embarazos de adolescentes, los índices se siguen incrementando. Datos del Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais), muestran que 4,694 mujeres entre 10 y 19 años dieron a luz entre enero y octubre de 2017. Esto significa un aumento del 3.3 con respecto al año anterior. Esto quiere decir que los cursos de educación sexual escolar son un fraude, un engaño. Si estos cursos tuvieran por objetivo promover la castidad, entonces sí habría resultados positivos. Promover la ausencia de relaciones sexuales hasta el matrimonio no sólo evitaría los embarazos, sino también enfermedades como el sida y otras de transmisión sexual. Además evitaría que muchos corazones se rompieran emocionalmente. Aprenderían, además, el autocontrol, a forjar el carácter y a tener buenas amistades. La enseñanza de la castidad daría más libertad a los muchachos para elegir mejor a su cónyuge; las energías se canalizarían hacia actividades positivas como el estudio y el deporte; descubrirían los adolescentes al sexo opuesto de manera respetuosa y sana, así como el amor verdadero. El único ‘pero’ es que todo esto desplomaría las ganancias de los laboratorios de anticonceptivos y condones.

Facebook, signo de los tiempos
A 13 años de su existencia, Facebook es la red social más utilizada del mundo: los usuarios sobrepasan los dos mil millones. También FB es propietario de WhatsApp. Se trata de la cuarta empresa más exitosa del mundo en términos económicos. Es un signo de los tiempos. Algo inaudito es que los usuarios son quienes, proporcionando sus datos, aportan el contenido para que FB venda la información a los interesados en acceder a todos esos millones de computadoras, teléfonos celulares y iPads que trabajan afanosamente para la empresa de Mark Zuckerberg, hoy uno de los hombres más ricos de la tierra. Facebook sabe quiénes son sus usuarios, conoce dónde se encuentran y qué les interesa. Ningún gobierno en la historia ha tenido el acceso para vigilar a sus ciudadanos como FB lo ha conseguido para quienes lo utilizan. Pero, ¿hacia dónde quiere la compañía llevar a sus seguidores? Porque ellos no están inactivos ni son imparciales. Además de que hay muchas noticias falsas que corren por esta red, grupos católicos en la pasada Navidad vieron bloqueadas sus campañas de caridad, y en meses anteriores grupos Pro-Vida han visto cerrados sus anuncios publicitarios sin aviso alguno de FB. Queda claro que, en ciertos temas, hay que tener el pensamiento social dominante, o se puede ser expulsado. Quizá lo más grave es que muchos creen que sin FB es imposible vivir y que la vida, sin redes, está vacía.

jueves, 18 de enero de 2018

Confesionario sin absolución: a la amiga de mamá la enterraron en el patio de su casa

La pregunta: Padre cuando una persona muere ¿se le puede sepultar en el patio de la casa? Mi mamá conoció a una señora, ella falleció y sus hijos la sepultaron en el patio se la casa y todos los días le ponen flores. Le hicieron como un jardín y dicen ellos que platican con ella y ya en la noche se despiden de ella, también le ponen una veladora todos los días. Mi mamá se quedó sorprendida cuando se enteró de eso y me contó y me pregunta si eso es correcto. Yo una vez oí a un padre que dijo que los difuntos necesitan un lugar sagrado como el panteón o una cripta. Usted ¿qué opina padre? ¿No es correcto, verdad?

Padre Hayen: si esas personas, que mencionas, enterraron a su difunta en el patio de su casa, debieron haber pedido un permiso especial a la autoridad pública. De lo contrario incurrieron en un delito que puede tener sanciones de la misma autoridad. Hay familias ricas que construyen sus mausoleos en sus propias residencias para sepultar ahí a toda la parentela, pero esto requiere de autorización del municipio. Si las familias no tienen suficientes recursos, difícilmente tendrán el dinero para construirse su pequeño cementerio.

La Iglesia nos pide que enterremos a nuestros seres queridos difuntos en lugares sagrados, o que depositemos sus cenizas en sitios especiales para ellos, como son los nichos o los columbarios que hoy existen en muchas iglesias y cementerios. Así lo hacemos porque, en primer lugar imitamos a Jesús que, como el grano de trigo, debe ser sepultado en la tierra para resucitar y dar fruto. De esa manera se aviva en nosotros la esperanza de resucitar con Él. Los cementerios y criptas en los templos, así como en recintos funerales son apropiados para ello porque son lugares bendecidos y diseñados para hacer oración por nuestros seres queridos. Son, además, lugares comunitarios, señal de que los difuntos son parte del pueblo de Dios, y no una secta aparte.

Personalmente prefiero que a los muertos se les lleve al cementerio o se deposite sus restos cremados en algún columbario de una iglesia. Esto por dos razones. Primero, es un signo de que los muertos ya no están con nosotros, de que hay que dejarlos ir al más allá, a la presencia del Señor. Ellos ahora pertenecen sólo a Dios. Y segundo, ¿te has puesto a pensar qué sucederá si el día de mañana las personas quieren vender su casa, o si se las compra McDonald’s para establecer una nueva sucursal? ¿Dejarían allí enterrados a sus muertos como herencia para los nuevos inquilinos, o los exhumarían para llevarse las cenizas con ellos? ¡Qué lío! Dejemos mejor que descansen en lugares sagrados. ¿No te parece?

miércoles, 17 de enero de 2018

Masculinidad en crisis

Es hora de que los varones católicos despertemos. Leyendo al diácono Harold Burke-Sivers, quien en su libro “Behold the man”, habla de la urgencia de una espiritualidad masculina, nos damos cuenta de que el hombre, como fuerza para su familia y líder espiritual de su esposa y de sus hijos, es una especie en vías de extinción. Creados para la grandeza de alma, los hombres hoy estamos optando por la mediocridad. La pornografía esclaviza a millones de varones casados que la prefieren por encima del acto conyugal con sus esposas. También quienes viven célibes son hechos prisioneros fáciles de vicios que retrasan su madurez afectiva y los incapacitan para una donación plena a Dios, o para formar una familia. La masculinidad está en crisis, y ello afecta también al clero. Basta ver el tema de los escándalos por abuso sexual contra menores de edad para darnos cuenta de que también hay crisis en la masculinidad del sacerdote.

Por qué hemos llegado a este punto, es la pregunta. Somos hijos de nuestro tiempo y la cultura secularista moldea nuestro pensamiento. La revolución sexual ha hecho creer que el sexo ha dejado de ser donación y procreación responsable y que lo podemos utilizar como entretenimiento; la ideología de género hoy nos repite que hombres y mujeres podemos elegir el sexo que queramos, y de esa manera crece la confusión sobre nuestra identidad. Pero además ¿qué frutos podemos esperar de una sociedad carente de valores morales sólidos, donde la verdad se ha vuelto relativa y la virtud escasa?, ¿de una sociedad que además se avergüenza de su pasado católico y de su historia? Si el laicismo ateo continúa modelando nuestro pensamiento, la familia como institución acabará por destruirse.

Hay además una herencia cultural machista que nos ha afectado. El machismo es una deformación del varón. La cultura por mucho tiempo ha dicho a los varones que mientras que seamos ‘buenas personas’, mientras que no hagamos mal a nadie, todo está bien; que nadie debe imponernos sus valores morales y que cada uno es libre para elegirlos; que somos el centro del universo y los árbitros supremos de la verdad. Muchos han creído que el sexo, el dinero y el poder son el motor de sus vidas, y de esa manera se han vuelto una caricatura de la masculinidad.

De las familias nos están echando. Hoy muchas mujeres se embarazan de algún hombre ocasional para tener solas a sus hijos. No nos necesitan. Millones de mujeres solas crían a sus pequeños porque hay una generación de padres ausentes. Y cuando el varón cree que el amor es un sentimiento sin compromiso y se habitúa a fornicar fuera de casa con otras mujeres, suele dejar hijos sin padre que los cuide. Así tenemos familias muy débiles porque la ausencia del padre se acepta como una norma. En ciertas parroquias sucede algo similar cuando la ausencia del padre espiritual de la comunidad -el sacerdote- se vuelve habitual, teniendo a los fieles desatendidos y desorientados.

Con esta mentalidad machista y egocéntrica, no nos extrañe que muchos hombres vean a la Iglesia como una institución hostil que les roba la libertad. Dave McClow afirma que la Iglesia está perdiendo varones. En Estados Unidos, a las misas dominicales acude un 60 por ciento de mujeres y 40 de varones. Es muy probable que en México la desproporción sea aún mayor. En aquel país, el 76% de los bautizados no asiste regularmente a las iglesias. En México no estamos mejor. Sin embargo, si los padres hombres creyeran que asistir a la Iglesia es importante y acudieran, sus hijos y sus esposas los seguirían. Los padres varones tienen un efecto profundo en sus hijos.

Un estudio en Suiza (1) muestra que si la madre y el padre acuden a la iglesia con frecuencia, el 34% de los niños también asistirá con regularidad. Si la madre asiste regularmente y el padre lo hace de manera irregular o no lo hace, sólo el 2 o 3% de los hijos continuará asistiendo. Pero si el padre asiste regularmente y la madre no lo hace, el porcentaje de perseverancia de los hijos sube hasta el 44%. Estos datos nos dicen que naturalmente los hombres somos los que lideramos a los hijos a relacionarse con el mundo, mientras que las mujeres les enseñan cuestiones de intimidad del hogar y la alimentación. Si nosotros dejamos de ser líderes espirituales de los hijos en su relación con Dios, ellos también desertarán y vagarán errantes por el mundo, como ovejas sin pastor.

Los hombres debemos dejar de ser vergüenza para nuestras familias y para la Iglesia, y hemos de recuperar el liderazgo que nos corresponde. En este mundo tan confuso se precisa, pues, de una espiritualidad varonil que tenga como modelo a Jesucristo, varón perfecto, y que tenga como guía la doctrina segura de la Iglesia y sus enseñanzas morales. Sólo siguiéndolo a Él y madurando en nuestra masculinidad como padres de una familia de carne, o sacerdotes plenamente entregados a nuestras comunidades parroquiales, podremos ser los líderes que merece la sociedad y la Iglesia.


(1) El estudio citado se llama “The Demographic Characteristics of the Linguistic and Religious Groups in Switzerland”, es de Werner Haugh y Phillipe Warner, y aparece en el artículo “Toward a Theology of Authentic Masculinity” en el blog Patheos, 4 de diciembre de 2013: http://www.patheos.com/blogs/faithonthecouch/2013/12/toward-a-theology-of-authentic-masculinity/

martes, 9 de enero de 2018

Libros: El gran reformador

El 13 de marzo de 2013 salió humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina. Más tarde se abría el balcón -la loggia- de la Basílica de San Pedro con el anuncio ‘Habemus papam’. El nuevo pontífice, venido desde el fin del mundo -como él se presentó-, era el argentino Jorge Mario Bergoglio, quien se impuso el nombre ‘Francisco’, en honor al santo de Asís. ¿Quién es este papa, tan amado por millones de católicos por su sencillez, su espontaneidad y su fuerte compromiso con los pobres? ¿Quién es Francisco, al mismo tiempo tan incomprendido y aborrecido por ciertos sectores conservadores de la Iglesia?

“El gran reformador” es el libro de Austen Ivereigh que lleva al lector a descubrir la fascinante biografía de Jorge Mario Bergoglio, el hijo de inmigrantes italianos de clase media baja, nacido en Buenos Aires, y que se convirtió en el sucesor número 266 del Apóstol san Pedro. El libro de Ediciones B, de 567 páginas, nos transporta hasta el cono sur de América para conocer, dentro de la historia política y social de Argentina, el ambiente que influyó en la mentalidad de quien es hoy el líder espiritual de más de 1,100 millones de católicos.

Al mismo tiempo el libro nos sumerge en la historia de la Compañía de Jesús fundada por san Ignacio de Loyola en 1534, orden religiosa a la que pertenece Francisco, cuya espiritualidad lo ha inspirado en su vida. Su amor preferencial por los pobres, ciertamente tiene su origen en el Evangelio, pero también en la espiritualidad jesuita. Lejos de servir a una ideología social, Austen Ivereigh comprueba, a través de una profunda investigación rica en detalles, que Jorge Mario Bergoglio sabe contemplar y curar en los más necesitados, las llagas de Jesucristo. Su acercamiento a las pobrezas del mundo tiene origen en el Evangelio, y no en la bandera de la lucha de clases que enarbolaron muchos de sus hermanos jesuitas de América latina.

El autor de la obra es Austen Ivereigh, un periodista católico nacido en Londres en 1966, quien hizo su doctorado por la Universidad de Oxford sobre la Iglesia y política de Argentina. Es comentarista en asuntos de Iglesia y aparece con frecuencia en programas de radio y televisión, además de ser el fundador de ‘Catholic Voices’ una organización que capacita a las personas para poner los asuntos de la Iglesia en los medios de comunicación.

El título del libro -‘El gran reformador’- es una alusión a las reformas que el papa Francisco está impulsando dentro de la Iglesia, y que Ivereigh ha entendido muy bien; reformas que no vienen desde las cúpulas vaticanas sino desde las mismas periferias eclesiales. Así sucedió en siglos pasados con san Benito abad y san Francisco de Asís. Ellos fueron grandes reformadores de la vida cristiana. A quienes se sienten inquietos con el estilo de Francisco, al creer que ha venido a hacer cambios en la doctrina milenaria de la Iglesia, ‘El gran reformador’ los dejará tranquilos. El papa no ha venido a revolucionar la doctrina. No es un liberal ni un progresista. No ha venido a cambiar la enseñanza de la Iglesia para adaptarla a los tiempos actuales. No, el papa no es un modernista. Lo que busca es reformar la Iglesia para facilitar la vida cristiana y acceso de los fieles a la misericordia de Dios.

Austen Ivereigh, autor de “El gran reformador” (der.)
 durante la visita papal a Ciudad Juárez
17 de febrero de 2016
Desde sus tiempos como formador de jesuitas, Jorge Mario Bergoglio educaba a sus seminaristas para hacer transparente la misericordia de Dios a través de su compromiso con los que sufren. El libro tiene bellísimas anécdotas de gestos misericordiosos que nos ayudan a entender por qué Francisco es el papa que anuncia el amor de Dios a través de la misericordia, más que con la doctrina y el dogma. Son las obras de amor misericordioso las que más claramente manifiestan la presencia de Dios.

A través de las páginas de “El gran reformador” el lector queda convencido de que Francisco no es un marxista; revela, más bien, a un pensador de un grupo llamado ‘Escuela de la Plata’. Este grupo, al que pertenecía Jorge Mario Bergoglio, reunía a pensadores, teólogos y laicos, que fueron preparando el camino de aquella Conferencia del CELAM de 1979, en Puebla. Ellos reflexionaban sobre la ‘teología del pueblo’, libre de influencias marxistas y liberales extranjeras, para descubrir cómo Dios se manifiesta en la vida y en la historia del pueblo latinoamericano.

Cada papa que preside la sede de san Pedro trae consigo una historia personal, una espiritualidad, una formación religiosa y teológica, una cultura y una experiencia de Iglesia que imprimen un sello particular a su pontificado. Francisco no se entiende del todo sin conocer su bagaje, y menos se comprende cuando el papa es blanco de tantos ataques y distorsiones que medios de comunicación y grupos ultra conservadores dan a sus mensajes. El lector queda atrapado desde las primeras páginas de “El gran reformador”, gran trabajo periodístico que, sin duda, es hoy una de las mejores biografías del máximo líder espiritual del mundo católico.

miércoles, 3 de enero de 2018

Trigo y Cizaña

Ganador del 'Herodes de oro’
El ganador del premio Herodes de oro 2017 en México fue, sin duda, el gobernador de Jalisco Aristóteles Sandoval. El mandatario presentó una iniciativa del ley en su Estado para legalizar el aborto, incluyendo el derecho de las menores de edad para abortar, en caso de violación, sin el consentimiento de sus padres. Además el personal sanitario estaría obligado a practicar abortos y a no salvar al bebé en caso de que éste sobreviva. El gobernador se justifica con el argumento de la prevención de la violencia contra la mujer. ¿Cómo es esto? No lo entendemos. Lo que sí nos queda claro es que numerosos estudios demuestran que la mujer que aborta tiene mayor riesgo de sufrir embolias, perforaciones en el útero y un 30 por ciento más de sufrir depresiones y suicidio. A la violación, que sin duda es una violencia espantosa contra la mujer, con el aborto se añade una violencia brutal. ¿Por qué someter a las mujeres a más estrés, más dolor y depresiones? La mujer que ha sido violada necesita, más bien, apoyo, ayuda psicológica y alternativas humanas como la adopción. ¡Qué raro que el gobernador se preste a ello!, cuando sabe perfectamente que quien pierde son las mujeres, los bebés por nacer y la sociedad.

Churros 'for sale’ en California
Para comprar mariguana, filas hasta de 40 minutos de espera se hicieron el 1 de enero de 2018 en los ‘pot shops’ de California, donde la venta de esa droga, para fines recreativos, ha pasado a ser legal. Así el llamado ‘Golden State’, se suma a los estados de Alaska, Colorado, Oregon, Nevada y Washington que la permite con esos propósitos. ¿A qué conducirá esta medida? Con la legalización de esta droga, únicamente se fomenta la cultura del ‘no pensar’. Está comprobado que fumar mariguana disminuye la inteligencia. Además favorece la aparición de trastornos psicóticos, de manera temporal o con efectos para toda la vida, las crisis de ansiedad que llevan a la sensación de la muerte, todo lo contrario a la relajación que promete. Casi todos conocemos a personas que fumaron mariguana y no volvieron de su ‘viaje’; se quedaron ‘arriba’, en ese falso paraíso que prometía, para vivir en un estado de permanente atolondramiento. Muchos adictos a la cocaína, a la heroína y a las metanfetaminas iniciaron fumando cannabis, y hoy hasta llegan a escuchar voces en su mente, señal de que la esquizofrenia se ha instalado en ellos. Esta es la nueva clase de hombres que, seguramente, necesita un país para salir adelante.

Otra más de las feministoides
Escena de “¡Qué bello es vivir!”, una película peligrosa
El feminismo radical dispara su artillería contra un clásico del cine y contra una escritora de la literatura popular. “¡Qué bello es vivir!” (It’s a wonderful life) es una película norteamericana de 1946, un clásico de Navidad, que trata de un hombre que renuncia a sus sueños debido a su sentido de responsabilidad, generosidad y altruismo; cuando quiere suicidarse en la Nochebuena, interviene su ángel de la guarda. Según las feministas, esta película debería pasar al basurero del cine por ser parte de un plan patriarcal para mantener a las mujeres sometidas a los hombres. Las canciones y los bailes del filme son peligrosos porque -¡ja!- pueden influir en la manera que los niños piensan sobre los roles de género. El otro blanco de las señoronas anti patriarcales es Agatha Christie, la escritora británica que escribió decenas de novelas policíacas y que fue una de las escritoras más exitosas del siglo XX. Un clásico de su colección es “Asesinato en el expreso de oriente”, cuya versión cinematográfica acabamos de disfrutar hace algunas semanas. Las autoridades del condado de Radforshire, en Inglaterra, aprobaron retirar todas las novelas de la Christie de las bibliotecas públicas y los colegios. Según ellas, la visión que la autora tiene de la mujer es heteropatriarcal. Sus heroínas están a favor del matrimonio, son histéricas y se convierten en asesinas por despecho. El 22 de enero iniciará esta absurda purificación bibliotecaria, para que el 8 de marzo, Día internacional de la Mujer, no quede ni un solo ejemplar.

Practicar yoga

Pregunta : La Yoga, ¿Va o no va en contra de la fe Católica? Hay quien dice que si es solo para ejercitarse, no hay problema. Respuesta : P...